martes, 2 de septiembre de 2008

Nada

Estoy donde siempre quería estar,
me libré de ti y olvidé tu recuerdo,
soy libre y no me puedes molestar,
tenía miedo pero ahora sé que puedo.

Estoy lejos de nuestra colección de momentos,
de tus esperpénticos insultos,
tu voz no es más que una distorsión del sonido
ya no podrás convertir mis comas en puntos.

Sin ti, lo que me quedó es toda mi nada,
y en ella estoy, he escapado,
Sin ti, lo que me quedó es absolutamente nada,
y no puedo estar más feliz por haber acabado.

Estoy tranquilo en un mundo monocrómico
si no estás aquí no volveré llorar,
podré convertir la nostalgia en algo cómico
ya no quedará nada que anhelar.

Aquí dentro hablo con Dios y conozco la eternidad,
y con ella me rió del amor que queríamos crear,
ella es demasiado noble para ser tu rival,
solo yo la se valorar.

Sin ti, lo que me quedó es toda mi nada,
y en ella me follo tu falsa espiritualidad
Sin ti, lo que me quedó es absolutamente nada,
aquí cada sueño es como la realidad.

O tal vez sea al revés,
saciado del sexo ultratrascendental,
decido correr por todo lo que la nada es
pero mi euforia se convierte en un colapso mental.

Hallá donde me mueva parece que nada se desplaza,
grito y me doy cuenta de que no emito ningún sonido,
todo es blanco allá donde ponga mi mirada,
y me doy cuenta que dejo de respirar si silbo.

Comienzo a sudar pero mis líquidos en la nada no pueden estar,
me pregunto si mi existencía tiene sentido estricto
o si siquiera es posible el verbo estar,
soy un patético cadaver en el vacío metafísico.

Me dejo caer cansado contra mi anhelada Tierra,
pero al no haber, la caida no puedo parar,
el blanco es tan blanco que se me incineran las córneas
esto es un puto anuncio de lejia ultraeficaz

Sin ti, lo que me quedó es toda mi nada,
tan extensa que no la puedo abarcar
Sin ti, lo que me quedó es absolutamente nada,
eras todo y la nada soy yo.

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