martes, 2 de septiembre de 2008

Aceite o escabeche

Comienza un nuevo día,
pero el sol aún no ha salido,
incapaz de soportar esta impuntualidad
yago de pie pero aún no estoy despierto.

La acera nos zarandea,
riéndose de nuestros cuerpos muertos
los semáforos nos marean
hasta que nos engulle el metro.

Ticko, paso, resbalo, me caigo,
reboto contra la pared mientras le oigo llegar.
Me siento, me levanto, abro la puerta, salto,
me absorve y veo a la estación quedarse atrás.

Los roces de las manos
y las averías del aire acondiccionado,
demasiado frio, retortijones y casi vomitamos
demasiado calor, calronzillos impregnados de sudor.

Y todos los cuerpos abandonados
en el vagón cantamos
nuestro vals, que es una mierda
canción fúnebre de la oscilación cinética

"Somos los usuarios del suburbano,
estamos tanto congelados como sudados,
somos esclavos de la voluntad del ayuntamiento,
o de la maléfica empresa de transportes,
Se ve que no querían excesos con el presupuesto,
Las primeras máquinas de vapor eran un lujo
y solo tememos que algún día nos echen
aceite o en escabeche"

1 comentario:

Unknown dijo...

En el fondo el metro mola.