Los débiles serán los primeros

Estamos en la cola del supermercado mi grupo favorito de marginados-guays, con algunos zumos en la mano y dispuestos a pagarlos, pero absortos en una profunda conversación sobre el futuro de nuestras vidas, la sociedad en general y sobre si la voluntad de un individuo puede trascender sobre su entorno e imponerse en el duro campo de batalla que es la vida.
Con la alegría que me caracteriza, alzo la voz y proclamo:
-Mi sueño es crear una Revolución. Llevar a cabo una gran acción que desencadene una auténtica rebelión que haga que al final los débiles los que gobiernen. ¡Muahaha!
Pago y la cajera me devuelve el cambio.
-Creo que te ha devuelto de menos. -Dice mi compañera.
-Tsk. -Me resigno.

Años después el plan falló. Y a ratos me engaño creyendo que no sé por qué.