sábado, 18 de julio de 2009

Eternal Sunshine of Spotless Mind

Andaba por la Plaza del Ayuntamiento (de aquí de Valencia), cruzando desde Correos en dirección a Popland, centrado en mis cosas cuando me encontré con Persona Aleatoria y me dijo:
-¡Soy el traductor de ciertas películas, entre ellas Eternal Sunshine of Spotless Mind!

Yo estaba atónito por la pésima forma de redactar el primer párrafo y por semejante brusquedad a la hora de iniciar un coloquio. Aún así, y en un extraordinario acto de valor, le otorgué una respuesta:
-¡Que guay!
-Sí

Viendo el estancamiento de la situación, me decidí a romper un poco el hielo, así como quién no quiere la cosa... (yo si quería).
-¿Pero también tradujiste el título?
-Sí
-¿A "Olvídate de mi"?
-Sí

Y en ese momento, lo comprendí. El pobre hombre, abandonado por todas las personas que se había encontrado a su paso, había decidido quitarse la vida y como no tenía valor suficiente para suicidarse había decidido que otro debía acabar con su existencia. Eligió un fan random (reconocibles porque somos guays) de la película, y con la sencillez ya relatada, declaró su sentencia de muerte.

Lo que él no sabía es que además de muerto lo queríamos ver sufrir. Ahora cuando me entran remordimientos yo solo espero que al menos disfrutase haciendo gárgaras con aceite hirviendo saturado de trozos de patatas del Burger King.

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